martes, 29 de enero de 2019

ATADURA PSICOLÓGICA





Cuando un insecto se pega en una telaraña, el pánico se apodera de él. Se mueve con todas sus fuerzas para intentar zafarse, pero esos movimientos, que deberían liberarle, en realidad le atan aún más a la telaraña y terminan siendo fatales ya que avisan a la araña de su presencia.

Ese patrón también se repite en nuestra vida. A veces nos convertirnos en prisioneros de nosotros mismos y, en el intento de escapar, terminemos aún más enredados en las redes que hemos construido a nuestro alrededor. Creamos, sin darnos cuenta, callejones sin salida, dobles ataduras psicológicas que nos mantienen atrapados en una situación que nos daña o nos provoca malestar.

¿Qué es la doble atadura psicológica?

La doble atadura psicológica es una situación en la que cuanto más nos esforzamos por “solucionar” un problema, más lo complicamos, cuanto más nos esforzamos por deshacernos de una emoción o pensamiento, más la reforzamos.

Alan Watts resumió la idea de la doble atadura psicológica de forma magistral: “crear un problema intentando resolverlo, afligirse porque uno se aflige y temer el temor”

Nosotros mismos creamos una situación de la que no podemos salir airosos porque cada intento de escapar suele reforzar el problema o crea nuevos obstáculos. Creemos que buscamos salidas, pero en realidad nos dedicamos a tapiarlas.

¿Cómo funciona la doble atadura psicológica?

Las quejas son un ejemplo perfecto para comprender cómo funciona la doble atadura psicológica en nuestro día a día. Los lamentos no solo expresan un estado de descontento sino que también multiplican las dificultades porque nos centramos únicamente en los obstáculos y las consecuencias negativas del hecho por el cual nos quejamos.

Lamentarse es como ponerse una venda en los ojos deseando ver los colores del mundo. Al desarrollar una visión negativa de lo ocurrido, nos impedimos encontrar la solución ya que nuestra mente se convierte en una fábrica de problemas. Cuando nos maniatamos a las quejas, a todo lo que ha ido mal y a lo que puede ir mal, nos condenamos a la inmovilidad.

Las quejas hacen que, al problema, tengamos que sumar además un problema de actitud ante las circunstancias, más la negatividad mental que nos impide encontrar soluciones. Por eso, lamentarse se convierte en un callejón sin salida, una doble atadura psicológica.

Obviamente, existen muchas otras situaciones de la vida cotidiana en las que nos maniatamos de pies y manos.

Tal es el caso de los pensamientos recurrentes negativos, por ejemplo. Cuando queremos apartar un pensamiento indeseado de nuestra mente, el intento de dejar de pensar en ello activa un mecanismo de hipervigilancia que refuerza aún más ese pensamiento. Es una batalla perdida de antemano porque caemos en la trampa que nos tendemos. Cuanto más intentes dejar de pensar en los elefantes rosa, más pensarás en ellos.

Cada vez que nos preocupamos por preocuparnos, le tememos a la ansiedad o nos deprimimos porque estamos tristes, estamos creando una situación de la que nos resulta imposible escapar porque no se puede solucionar un problema con la misma mentalidad con que se creó.

¿Cómo deshacer ese doble nudo psicológico?

La clave, o al menos una de ellas, radica en la no-acción o el principio del Wu-Wei, o sea, dejar que todo siga su curso natural. Si no te esfuerzas por apartar un pensamiento de tu mente, antes o después este desaparecerá porque el curso natural de la mente implica saltar de un pensamiento a otro sin aferrarse a ninguno en especial.

Un estudio realizado en la Universidad de Wisconsin comprobó que las personas que intentan suprimir activamente sus pensamientos indeseados terminan más estresadas por los pensamientos que desean eliminar.

Al contrario, aquellos que aceptan de manera natural esos pensamientos intrusivos se obsesionan menos con ellos y, como resultado, sufren menos ansiedad y tienen niveles más bajos de depresión.

Otro estudio más reciente llevado a cabo en la Universidad de Toronto desveló que ese mismo principio se aplica a los estados efectivos. Aceptar las emociones negativas reduce su intensidad, permitiéndonos pasar página más rápido y con menos sufrimiento.

Por tanto, si no alimentas el miedo al miedo, la preocupación por las preocupaciones o la tristeza, esas emociones terminaran desapareciendo, como si fueran nubes arrastradas por el viento. Se trata de una aceptación radical, de asumir una actitud de desasimiento mental en la que nos separamos de la mentalidad que creó el problema para poder solucionarlo.

Un poema de Seng-ts´an llamado “Tratado de la fe en la mente”, es particularmente revelador para deshacernos de la doble atadura psicológica:

“La persona sabia no se esfuerza;

El ignorante se sujeta a sí mismo;

Si obras con tu mente sobre tu mente,

¿Cómo podrás evitar una inmensa confusión?



domingo, 27 de enero de 2019

TU PAZ INTERIOR COMIENZA......





-Todos te dicen qué hacer y qué es lo que te conviene. Nadie quiere que encuentres tus propias respuestas. Quieren que creas las de ellos.

-Déjeme adivinar, usted quiere que crea las suyas.

- no, quiero que dejes de recibir información desde afuera de ti mismo y empieces a recibirla desde dentro. La gente le tiene miedo a lo que tiene adentro, pero en realidad es el único lugar donde hallarán lo que necesitan.

Este diálogo de la película “El guerrero pacífico” nos marca el camino para alcanzar la auténtica paz interior, esa que solo se logra cuando sabemos quiénes somos, que queremos y estamos convencidos de ello. Ese tipo de paz se alcanza cuando desarrollamos un “yo” fuerte.

Los dos mecanismos de la manipulación a los que todos somos vulnerables.

Allí donde se establezca una relación interpersonal, hay espacio para la manipulación. Esa manipulación puede desarrollarse de manera más burla y directa a través de la coacción o puede adquirir tintes más sutiles, como el chantaje emocional o hacer el gaslighting (luz de gas, presentar información falsa para hacer dudar a la víctima de  su memoria, de su percepción o de su cordura).

La sociedad, como ente que pretende perpetuarse a costa de la individualidad de sus miembros, también ejerce sus mecanismos de manipulación. No interesa formar personas libres y auto-determinadas sino  a personas que gocen de un grado de libertad limitada e ilusoria y que se afanen por buscar su individualidad como quien busca una aguja en un pajar, a tientas en la oscuridad, lo cual las vuelve vulnerables a cualquier forma de manipulación que parezca arrojar un poco de luz.

En ambos niveles, la manipulación se centra en dos mecanismos que se refuerzan mutuamente.

1. Desplazar los puntos de referencia internos al exterior. Para que la manipulación surta efecto, es necesario que la víctima asuma los puntos de vista del manipulador. Se trata de un proceso que ocurre por debajo del umbral de nuestra conciencia a través del cual perdemos nuestros puntos de referencia internos, reemplazándolos con el de la persona que intenta manipularnos. Eso significa que perdemos la capacidad para decidir por nosotros mismos, cedemos el control y sucumbimos a las amenazas/peticiones del manipulador.

2. Generar auto-culpabilidad. La manipulación siempre tiene un componente emocional, haciendo huella en nuestra sensación de culpa. Al respecto, Noam Chomsky explicó. “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tendera, con cierta probabilidad a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico, como la de una persona de 12 años o menos de edad”.

Toda manipulación intenta burlar la razón haciendo diana en las emociones. Serán precisamente los valores y las cualidades de las que más nos enorgullecemos, aquellas con las que nos ataquen, porque son las que hacen resonancia emocional y “apagan” nuestro cerebro racional.

Ceder a la manipulación rompe el “yo”.

El hecho de que no seamos plenamente conscientes de la manipulación o que cedamos para evitar un conflicto no nos exime de su elevado coste emocional. El psiquiatra de la Universidad de Michigan Chandra Sripada ha comprobado a través de una serie de experimentos que incluso cuando cedemos de buen grado a la manipulación, en realidad se trata de un respaldo superficial porque una parte de nosotros rechaza completamente lo que estamos haciendo.

Ese rechazo provoca una escisión del “yo”, pero dado que nos han hecho sentir culpables, en vez de rebelarnos y preguntamos qué deseamos realmente, nos autodesvalidamos. Por eso, si estamos sometidos a una manipulación constante, corremos el riesgo de perder el contacto con nuestro “yo”. Es una especie de mecanismo de defensa a través del cual rompemos el vínculo con nuestras necesidades y valores, con tal de no vivir continuamente ese proceso de escisión.

Sin darnos cuenta, caemos en una trampa que, de cierta forma, nos hemos tendido nosotros mismos porque al intentar validar las cualidades que el manipulador está poniendo en duda, nos traicionados haciendo algo que no está en sintonía con nuestras necesidades, prioridades o que no son una expresión espontánea de nuestros valores.

La falsa paz que llega de la derrota.

Muchas veces, para evitar conflictos, cedemos a la manipulación. Con tal de evitar la cantinela de esa persona cercana que nos taladra, alzamos bandera blanca. Terminamos relegando a un segundo plano nuestras necesidades, creyendo que al menos así encontraremos un poco de paz

Obviamente, se trata de una paz ilusoria basada en un frágil equilibrio en el que dependemos de los caprichos de alguien más. Un “yo” que se pliega a los deseos ajenos no puede encontrar la paz interior que necesita para crecer, más bien se auto-condena a la insatisfacción permanente.

Ceder a la manipulación, ya sea de una persona o del entorno social en el que nos desenvolvemos, implica contentarnos con vivir en un ambiente tóxico para nuestro “yo”. Y eso no se llama paz interior, sino resignación.

Fortalecer el “yo” como escudo contra la manipulación.

Para alcanzar la auténtica paz interior, debemos acallar ese ruido externo. Aprender a estar a solas con nosotros mismos para disfrutar de la soledad y el silencio, condiciones sin las cuales no podremos redescubrirnos.

Ya nos alertaba la novelista italiana Susanna Tamaro: “Siempre hay alguien que te dice lo que debes hacer, ya no existe el silencio, en todas partes hay ruido. Si no estás con tus propios pensamientos, cómo vas a entender el sentido de las cosas, es imposible. Vivimos bajo una manipulación perversa muy sutil”

Por eso, si queremos interrumpir el mecanismo manipulador debemos reconectar con nuestro “yo”. Al recuperar el control de nuestros puntos de referencia y estar seguros de quienes somos, ningún intento de manipulación emocional nos hará dudar ni generara la sensación de culpa. Ese es el mejor escudo contra los manipuladores.


martes, 22 de enero de 2019

VIVENCIAS





Cada uno de nosotros hemos pasado por alguna vivencia  que nos ha cambiado para siempre. Es como atravesar un umbral y mirar atrás para descubrir con cierta tristeza, que ha perdido algo. Tal vez sea la inocencia, o la certeza de que la vida no lleva inscrita la promesa de una felicidad perenne.

Según Rafaela Santos, psiquiatra y presidenta del Instituto Nacional de Resiliencia, las personas solemos pasar de media por dos hechos complicados que nos pondrán a prueba. Son vivencias que escapan a nuestro control, y para las cuales, no siempre estamos preparados. Al menos en apariencia.

Porque lo creamos o no, nuestro cerebro presenta una ingeniería perfecta que nos alienta a sobrevivir, a sacar fuerzas de las flaquezas para volvernos a abrir paso ante tanta espesura emocional. Pero, así como los hechos traumáticos nos obligan a aprender y avanzar, también los hechos positivos tienen poder. Porque la felicidad aporta sabiduría, templanza y conocimiento.
Las personas somos el resultado de todas nuestras vivencias, pero sobre todo, de lo que hemos aprendido de ellas. Todo, absolutamente todo, nos esculpe y nos da forma en nuestros valores, en nuestras virtudes y en nuestros defectos. El tiempo, nuestra mente y nuestra voluntad son los grandes artesanos de lo que somos en estos momentos.
TODO LO QUE HEMOS PASADO ES LA ESCULTURA DE LA VIDA.
Ante una decepción afectiva tenemos dos opciones, amargarnos y perpetuar el dolor o bien asumir el final de un ciclo y avanzar. Asimismo, ante la pérdida de un ser querido, también hay dos únicos caminos, hundirnos o mirar al horizonte de nuevo. Si pensamos en ello, pocas veces se nos abren dos opciones tan claras, pero a la vez tan complejas.
Sin embargo, comprender que solo existe un camino correcto, no basta para que la persona aúne toda su determinación y voluntad para emprender ese proceso de recuperación. “Entender” y “hacer” son dos dimensiones muy complejas en el campo psicológico. Es como decirle a una persona con depresión que debe ser más feliz. Lo entiende, no hay duda, pero necesita estrategias, predisposición, ayuda y esfuerzos.
Hemos de ser capaces de asumir que la vida trae secuelas, sin embargo, al final se aprende a vivir con ellas. No seremos la misma persona, de eso no hay duda, pero daremos forma a una persona diferente: alguien mucho más fuerte.

SER COMO EL BAMBÚ, SER COMO LA ARCILLA, SER COMO LOS LOBOS.

Todo lo traumático se vive como un golpe. Aunque más bien deberíamos describirlo como una quemadura, porque es así como lo siente nuestro cerebro.

Las rupturas afectivas, por ejemplo, provocan una respuesta muy intensa en la corteza somatosensorial secundaria y la ínsula dorsal, áreas relacionadas claramente con el dolor físico, como lo que experimentamos por ejemplo, al sufrir una quemadura. Si no logramos gestionar de forma adecuada la pérdida, la ruptura o ese suceso impactante. Nuestro cerebro quedaría sometido a un estado de estrés postraumático persistente donde la persona queda literalmente, fragmentada.

Para reducir el impacto de estas vivencias, podemos entrenarnos en tres sencillas estrategias que nos pueden ser muy útiles también en las dificultades del día a día.

TRES CLAVES ILUSTRATIVAS PARA APRENDER A SER RESILENTES

Los recursos psicológicos implicados en la gestión de los cambios se pueden entrenar en nuestra cotidianidad. Si lo pensamos bien, no hay día en que no debamos enfrentarnos a una renuncia, a algún pequeño cambio, reto o desafío. Todo momento es bueno para adquirir adecuadas competencias. Solo así estaremos preparados cuando la vida nos ponga a prueba.

TRES SENCILLAS CLAVES PARA CONSEGUIRLO

La sabiduría del bambú. El bambú es la planta que crece más rápido en el mundo vegetal. Ahora bien, ese crecimiento acontece después de unos años donde se dedica solo a favorecer un adecuado crecimiento interior. Echando raíces, nutriéndolas. Más tarde, no el más feroz embiste de viento logra derribar al bambú. Porque es flexible, porque cuenta con un mundo interior fuerte y resistente.

Vale la pena imitar este proceso, fortalecer los pilares de nuestra personalidad y nuestro mundo emocional y adquirir esa flexibilidad con la cual, impedir que la adversidad nos golpee hasta vencernos.

Seamos arcilla, adaptémonos a los cambios. Pocos materiales nos dan tantas posibilidades a la hora de expresar nuestra creatividad. Asumamos esa característica, seamos capaces de cambiar de forma con valentía y originalidad para superar esos momentos complejos.
El lobo conoce a sus depredadores y se defiende. Pocos animales son tan ávidos a la hora de intuir a sus enemigos. Sobreviven en condiciones extremas, lo dan todo por su manada, son observadores y saben luchar.

El lobo, antes que feroz es sabio. Imitar alguno de sus comportamientos nos puede ayudar a superar esos terrenos complejos que nos trae la adversidad.

Porque un corazón fuerte es el reflejo de una alma que conoce sus prioridades y que no duda en darlo todo por aquello que ama.

Valeria Sabater.


lunes, 21 de enero de 2019

SATURNO SEÑOR DEL KARMA (2ª PARTE)





SATURNO EN LIBRA.

Saturno en Libra indica que en vidas pasadas puedes haber sido un juez, un diseñador de interiores, mediador, artista y un adicto a las relaciones. Por eso en esta vida puedes  tener miedo a: el desequilibrio, la falta de armonía, las discusiones, la perdida de una relación, perder la identidad (fundirse por completo en otra persona), la injustica y la parcialidad.

Te corresponde encontrar el verdadero equilibrio y la armonía entre tú y los demás, considera la posibilidad de compartir ideas que lleven a la negociación y la mediación. 

Ponte en la piel de los demás para fomentar la comprensión y la comunicación, busca la imparcialidad y la justicia compartiendo estas actitudes con los demás.

Se creativo en tu uso del color y la simetría para crear belleza y paz en tu entorno. El camino de tu evolución pasa por ser una fuerza serena y contemporizadora entre las personas

SATURNO EN ESCORPIO.

Esta posición te acerca a la posibilidad de haber sido en otra vida investigador, director ejecutivo, psiquiatra, mago, consultor financiero o director de una empresa de investigación.
En esta vida tus miedos Kármicos pueden ser: la pérdida de poder, excederte en el poder, perder el control, ser controlado, la muerte, el sexo, los secretos, la traición y la perdida de bienes materiales. Tienes la posibilidad de convertir el caos en intensidad y el miedo en impulso.

Reformula tu ira y tu resentimiento para convertirlos en una pasión con objetivos más creativos, como por ejemplo, la filosofía y la intimidad emocional. Proponte experimentar los misterios de la vida y encontraras respuestas personales a preguntas importantes.

Tu avance evolutivo pasa por utilizar tu deseo y tu voluntad para comprender los valores de los demás y conectar con ellos.

SATURNO EN SAGITARIO.


Saturno en Sagitario te indica que en vidas pasadas puedes haber sido profesor, filósofo, abogado, predicador y viajero. Tus posibles miedos Kármicos son: el compromiso, la pérdida de libertad y de espacios abiertos, viajar, la perdida de independencia, que la gente no te crea y ser controlado por la religión.

Tendrás que restructurar tu filosofía de tal modo que puedas compartirla con los demás y enseñarla. Viaja y explora otras culturas y religiones. Proponte aprender a organizar tu vida sobre la base del optimismo, la verdad y la libertad personal.

Utiliza tu penetrante mente para buscar la profundidad y el sentido de la vida. Tu sendero evolutivo pasa por compartir de manera sincera y entusiasta tus experiencias vitales para ayudar a los demás a encontrar la finalidad de su vida.


SATURNO EN CAPRICORNIO.


Capricornio representa nuestro mundo laboral, por eso esta posición indica que en vidas pasadas puedes haber sido, director de empresas, arquitecto, un padre severo, un noble terrateniente o un líder industrial.

Está posición puede influir en posibles miedos Kármicos, como por ejemplo: el fracaso económico, las emociones, la falta de estructura y controlar a los demás con una excesiva autoridad.

Solo tú eres el responsable de encontrar el camino del éxito o del fracaso económico, de organizarlo y seguirlo con perseverancia y tesón. Para ello afirma tu autoridad y tu ambición y asciende con paciencia tu montaña personal hacia la cumbre.

Comprométete con la autodisciplina, la responsabilidad personal y la autorrealización ordenando de manera deliberada los aspectos externos e internos de tu vida. Perfecciona tu sabiduría y tu amor protegiendo a tu familia y tus amigos, siendo leal a ellos.

Tu camino evolutivo se alcanza creando un enfoque ordenado de las cosas, siendo estructurado y responsable para los objetivos apropiados que más tarde darán sus frutos, haciendo que tu vida sea más madura y sabia.

SATURNO EN ACUARIO.

Acuario, el signo innovador por excelencia, cuando tiene a Saturno en su Casa, nos habla de que puedes haber sido en otras vidas: astrólogo, inventor, rebelde, revolucionario, una persona preocupada por las causas humanitarias, o un revolucionario o un astrónomo.

En esta vida tus miedos pueden ser: que los demás no entiendan tus argumentos, llegar a implicarte demasiado desde el punto de vista emocional, ser condenado al ostracismo, ser radical, la desconfianza de tus amigos. Tienes la responsabilidad de reivindicar tu originalidad y tu individualidad.

Busca a tu lado humano y transformarlo en una causa política y espiritual; luego únete a otras personas que sientan de la misma manera. Comprende tu naturaleza natural, lógica y observadora, pero también el modelo holista, cuerpo, mente y espíritu, e integrarlo en tu manera de enfocar la vida.

Mantén una visión humanista e igualitaria con tus amigos y los grupos de los que formas parte. Tu camino evolutivo requiere que seas una persona de vanguardia, un visionario absolutamente único y especial en tus objetivos.

SATURNO EN PISCIS.

En vidas pasadas puedes haber sido psicoterapeuta, bailarín, músico, mártir y adicto. ´por lo que posiblemente tengas miedo a caer en las adicciones, tener que sacrificarte, ser servil, ser utilizado, el escapismo y ser emocionalmente obsesivo. Tu deber es comprender tus sentimientos y expresarlos a través de una fuerte sensación de tu propio yo.

Utiliza tus capacidades psíquicas e intuitivas para ayudar a los demás a afirmar sus talentos espirituales y creativos, y a experimentar la vida como una aventura imaginativa, mágica y espiritual. Sé compasivo y sensible con tus semejantes, sin abandonarte a ti mismo.

Ten presente, que el camino que te puede ayudar a evolucionar, pasa por que seas fuerte desde el punto de vista emocional y creativo, y por vivir con conciencia espiritual y en interacción los demás.
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sábado, 19 de enero de 2019

RECORDARAS





La mayoría de nosotros hemos tenido miedo a la oscuridad. Venimos a este mundo desde un lugar sin tiempo, un lugar de amor y apoyo incondicional y somos entregados a un entorno profundamente denso de incertidumbre y potencial para el dolor y el sufrimiento. Ya no tenemos la telepatía que existe en el mundo del Espíritu y tampoco tenemos el sentido de saberlo todo, que es como la luz clara y brillante donde no hay secretos, ni escepticismo, y no hay dudas.

Por esta razón, muchos niños tienen miedo a la oscuridad y quieren a alguien allí cuando se duermen o tal vez una luz encendida en el pasillo sólo para darles una sensación de que pueden ver lo que está a su alrededor. Quién sabe, la oscuridad puede tener cocodrilos debajo de la cama, fantasmas viniendo del armario, o demonios trepando por la ventana. Incluso los adultos pueden alejarse de la oscuridad y tener momentos ocasionales de pánico en una calle oscura, o en un garaje, ático o sótano, temerosos de ladrones, atracadores, o asesinos. La oscuridad parece estar llena de misterio, lo desconocido, obstáculos, y por supuesto nuestras mentes tienden a ir hacia las malas posibilidades en vez de a las buenas


En un nivel más profundo esto se traduce en la necesidad de saber. Deslizamos los dedos sobre el encendido de las luces para asegurarnos de que ninguno de estos horrores existen o están al acecho listos para abalanzarse sobre nosotros. Asociamos ver con saber, y cuando no podemos verlo que está allí, nos llenamos de ansiedad y duda. El centro instintivo es activado y el cuerpo entra en modo de supervivencia, listo para luchar o huir.


Como muchas profecías han predicho ahora estamos en el Kali Yuga, lo más profundo y oscuro de los tiempos justo antes de la temprana luz del alba. La bola de demolición está fuera y estamos de-construyendo nuestro mundo para gran consternación de todos los intereses creados en el status quo. Acompañando este tiempo caótico de disolución está la falta de claridad, la incertidumbre, la imprevisibilidad, la falta de concentración, y por supuesto, todo esto trae un gran miedo a la oscuridad y al caos del vacío.


Hay algunas cosas que podemos conocer y seguiremos siendo capaces de saber si nos lo permitimos. En cierto modo, estas cosas que podemos saber son probadas y verdaderas y, sin embargo, muchos han perdido el contacto con ellas en los tiempos modernos.


Hay una serie de tres frases poderosas canalizadas por el médium Paul Selig que apuntan directamente a esta forma de saber. Son totalmente apropiadas para los tiempos en que nos encontramos. La primera frase o mantra es "Yo sé quién Yo soy." Ahora podrías decir: "No, yo no sé quién soy", pero en algún lugar profundo dentro de ti, tú lo sabes, todo el mundo lo sabe porque es verdad para todo el mundo, no importa lo que piensen los demás. Cuando tú puedes decir esto, de inmediato te pones de nuevo en el asiento del conductor. Tu personalidad puede no saber nada por el momento, pero en un nivel esencial tú sabes quién eres y eso nunca puede ser destruido o quitado por nadie. Es permanente.


La segunda frase es "Yo sé lo que soy." Esta es una frase totalmente diferente aunque suene un poco lo mismo. "Lo que" se refiere a una condición local. Tiene que ver con lo que estoy haciendo en este momento. En este momento estoy siendo una mujer o un hombre que es un español, un americano o un italiano y así sucesivamente. No es quien soy, es lo que soy.


La tercera frase es: "Yo sé cómo sirvo."  Hay literalmente millones de formas diferentes en las que servimos. Sin embargo, estamos buscando aquí la respuesta más verdadera, la respuesta que es la más básica, más universal, ya sea que una persona esté o no en contacto con ella, lo esté haciendo o no en este momento, y sea o no consciente de ello. La respuesta más verdadera y duradera a esta pregunta acerca de cómo sirvo es, "Ya que soy Espíritu, temporalmente siendo un ser humano, yo sirvo siendo consciente de que cada persona que veo es en realidad Espíritu experimentando ser un ser humano, y yo los acepto incondicionalmente, los amo, y los bendigo. Mientras yo recuerdo hacer esto, yo en realidad les permito la posibilidad de recordar esta verdad también y de volver a ser eso conscientemente. Si se me olvida y en cambio los maldigo con juicios, críticas, y tal vez odio, los estoy en realidad conduciendo aún más en su ilusión y me maldigo a mí mismo con ilusión también”.



Cuando uno entiende plenamente esto, se hace evidente de inmediato cuán insano es criticar y odiar. Nos recuerda el refrán budista que dice que juzgar a alguien es como beber un vaso de veneno y esperar que la otra persona muera.



No existe una alternativa sana más que perdonar, aceptar y amar incluso si en este momento se están comportando de una manera que a ti te parece horrible.


Esto es, en definitiva, todo lo que cualquiera de nosotros realmente necesita saber. Esta es la solución a lo gran desconocido, a los tiempos difíciles que el planeta está enfrentando, a él gran misterio de hacia dónde vamos. No hay ningún misterio después de todo. Todos somos seres de Espíritu que experimentan ser humanos, tratando de comportarse de una manera que sea apropiada con quienes somos en realidad. Estamos finalmente volviendo a casa después de tener un viaje en el que nos sentimos como un extraño en una tierra extraña.


La Tierra es un juego difícil. Esta dimensión es muy densa en comparación con otras dimensiones. Hay muchos seres que se niegan a venir a esta tierra. Dicen que es demasiado difícil, pero admiran mucho a los que han optado por asumir el reto de ser humano a causa del gran valor que requiere. Por supuesto, las recompensas son proporcionales a los desafíos. Así que aquí estás comportándote como un ser humano, enfrentado a enormes obstáculos y armado con aún más enormes herramientas y capacidad para resolver problemas.


 Esto no es un juego destinado a derrotarte. Tú acordaste jugar el juego, tú eres responsable de todo lo que sucede, todas las pruebas, todas las iniciaciones. En lo profundo de tu psiquis sabes que habrá momentos en los que todo parece estar perdido, pero como en todo cuento de hadas no lo está. Todo lo que tienes que hacer es despertar y volverte muy comprometido a que, no importa qué suceda, prevalecerá el Espíritu, y lo hará. Si haces esto, no te volverás loco, no te volverás auto-destructivo, no te sentirás desesperado y derrotado ni serás apático. De hecho, recibirás ayuda enorme, más allá de cualquier cosa que puedas imaginar. Recuerda el dicho chamánico, "Nunca acepte las apariencias." No importa lo mal que te veas, se trata de una ilusión destinada a probarte. ¿Vas a pasar la prueba? Por supuesto que sí, tarde o temprano, pero ¿Por qué no antes?


No necesitas conocer todos los detalles y todos los hechos. Todo lo que necesitas saber es que estás en un viaje de héroe, un viaje que te inventaste con la ayuda de muchos guías y maestros antes de que nacieras. Tú sabías la naturaleza de los obstáculos y creaste escenarios que traerían esos obstáculos y que debían ser soportados para que pudieras superarlos, no importa cuán terribles los has programado, puedes vencerlos y en tu interior “lo sabes”.

Luego, una vez preparado el escenario acordaste la amnesia, para que todo pareciera real y te diera la oportunidad de ejercitar el elegir. Tienes opciones de huir, resistir, enloquecer, y otras opciones o puedes ver a todos los desafíos a los ojos y sonreír sabiendo que eres el héroe, heroína de la fábula en la que te encuentras. Enloquecer y salir corriendo sólo retrasa lo inevitable y alarga la historia, pero al final el resultado es el mismo, no importa qué suceda.


 ¡Tú te graduarás! Así que abraza lo desconocido con entusiasmo y una gran paradoja ocurrirá. Terminarás sabiendo lo que pensabas que no sabíasRECORDARÁS!


SATURNO SEÑOR DEL KARMA



Saturno es nuestro maestro cósmico, él nos enseña a instaurar un orden y un sistema en nuestra vida, nos presenta la realidad kármica personal a la que todos necesitamos hacer frente a fin de evolucionar. Lo que Saturno nos dice con sus influencias en nuestra carta astral es lo que tenemos que hacer, y como buen MAESTRO, lo que es mejor para nosotros.

Cuando nos enfrentamos a factores desconocidos nos planteamos toda una serie de preguntas prácticas. ¿Cómo reorganizó mi vida? ¿Cómo establecer prioridades? ¿Qué responsabilidades tengo que asumir para que las cosas me funcionen bien? Todas estas preguntas pueden tener respuesta si estudiamos el signo del zodiaco en el que se encuentra Saturno, Él puede ser nuestro conductor personal.

Estas indicaciones que pongo a continuación, pueden ayudarnos a conocer mejor nuestro camino de realización.

SATURNO EN LOS DIFERENTES  SIGNOS DEL ZODIACO.

SATURNO EN ARIES.

Con Saturno en el signo de Aries, es muy probable que en vidas pasadas hayas sido un guerrero o un aventurero, quizás pertenecías a algún tribu indígena. Lo que sí es muy posible es que tus miedos interiores, tus miedos Kármicos sean estar sola, asumir riesgos, actuar, ser independiente, la violencia y la ira.

Es necesario que cuando ocurra algo, corras algún riesgo, después de reflexionar al respecto, y después pases a la acción cuando sea necesario.  Tendrás que desarrollar la fuerza de voluntad necesaria para ser más dinámica, y tomar la iniciativa.

Tu necesidad Kármica es descubrir la auténtica independencia en todos los niveles. 

Deseas tener energía física y estar fuerte, sientes la necesidad de ser competitivo y ganar, para tu propia satisfacción. Has de saber cuándo forjar un nuevo comienzo, ya que el camino hacia tu evolución pasa por ser más consciente, más seguro de ti mismo, y también tener más motivaciones propias. Para eso tendrás que imponer tus propios criterios cuando sea necesario.

SATURNO EN TAURO.

Saturno en el signo de Tauro, te indica que podías haber sido en alguna de tus vidas pasadas agricultor, banquero o constructor. Por eso tus miedos internos o Kármicos pueden ser; la pobreza, la perdida de bienes y propiedades y la inseguridad material. En esta vida tendrás que integrar los valores materiales y los espirituales, creando una realidad práctica que te ayude a aumentar tu autoestima.

La necesidad de fomentar tu seguridad, tanto en tu interior como en tu entorno es muy fuerte. Una vez que te comprometas a explorar y manifestar tus cualidades creativas, te darás cuenta de que tienes la sabiduría necesaria para crear una firme base “terrena” y construir sobre ella con paciencia y determinación.

Edificar un hogar, respetar la tierra y disfrutar de las comodidades y felicidad en ese lugar son las cosas que te realizan. El camino de tu evolución pasa por tener un intenso sentido de los valores personales que te reconfortaran y proporcionaran seguridad y serenidad.

SATURNO EN GÉMINIS.

Saturno en el signo de Géminis nos indica que, en vidas pasadas hemos sido escritores, vendedores o conferenciantes. Nuestros posibles miedos Kármicos pueden ser: las críticas y habladurías sobre nosotros, que nos manipulen con palabras, no saber expresar lo que pensamos etc.

Nuestra meta en esta vida debe ser, la estructura y organización de una base intelectual práctica y segura, ya que necesitaremos constantemente recopilar información y compartirla, llegando a ser buenos comunicadores capaces de compartir ideas, pensamientos y filosofía.

Trataremos de ser por tanto camaleones de las comunicaciones, desarrollando nuestra capacidad de hablar con personas de distintas condiciones y con necesidades muy diferentes. El camino que nos ayudara en nuestra evolución consiste en crear intelectualmente ideas inteligentes, desafiantes y productivas y comunicarlas al mayor número de personas.


SATURNO EN CÁNCER.

Si Saturno está en la Casa de Cáncer, es muy probable que en otras vidas hayas sido madre, cocinero, un niño abandonado o una mujer emocional. Tus miedos Kármicos son ser demasiado emocional y vulnerable, no sentir amor, no tener hijos, no recibir los cuidados necesarios y no valorar las emociones de los demás.

Tendrás que aprender a comprender y expresar tus emociones, ser receptivo y sensible a las necesidades emocionales de los demás. Al mismo tiempo has de salir de tu sombrío estado de ánimo, y ser más juvenil, más infantil incluso. Proponte crear y construir un entorno hogareño emocionalmente seguro y feliz para tu familia.

 El camino que conduce a tu evolución pasa por estar más conectado a las necesidades de amor y cuidado de los demás, comprendiendo sus sentimientos.

SATURNO EN LEO.

En el signo de Leo, Saturno te indica que en vidas pasadas has sido un dirigente, un actor, un niño eterno o un jugador. Así que tus miedos en esta vida pueden ser: no tener la aprobación de los demás, envejecer, divertirte, sufrir un atentado y que los demás no te tomen en cuenta.

Ahora, en esta vida, tendrás que saber que para mandar antes tienes que aprender a ser un líder inspirado, y llegar a ser un modelo de fuerza y amor. Aprende a a mar, a respetar, y respetarte a ti mismo, en lugar de pedirles a los demás que lo hagan, así te convertirás en un maestro.

Encuentra la fuerza de ánimo y la voluntad necesarias para asumir riesgos que, en última instancia, te conducirán a la confianza en ti mismo y a la autoafirmación. Trata de comprender al niño alegre y espontaneo que llevas dentro.

Se creativo en tus diversiones y actividades, conecta con los demás de corazón a corazón. El camino de tu evolución pasa por tener confianza en ti mIsmo, por ser un ejemplo para los demás, un maestro brillante para aquellos que buscan en ti esas cualidades.


SATURNO EN VIRGO.

Este aspecto indica que, en vidas pasadas puedes haber sido médico, enfermera, líder sindical, criado o activista en defensa de los derechos de los animales. Es posible que tus miedos Kármicos sean: los médicos y enfermeras que no saben cumplir con su trabajo, cometiendo errores y anteponiendo las ganancias materiales a su profesión, no ser perfecto, ser organizado en exceso, no comprender y caer enfermo.

Es responsabilidad tuya en esta vida, comprender el auténtico significado de la perfección, interior o exterior. Ponte al servicio de los demás, especialmente en lo relativo a la salud física y emocional. Sé organizado y eficiente, pero no te obsesiones con los extremos de lo que está bien y lo que está mal, con lo que es correcto y lo que es incorrecto.

Consigue un elevado nivel de discernimiento utilizando tu capacidad analítica lógica. En lugar de dejarte abrumar por los detalles, incorpóralos en un sistema que estimule la productividad. El camino que conduce a tu evolución pasa por convertirte en portavoz del discernimiento, de fomentar la buena salud y la coherencia interna, tanto la personal como la ajena.

Primera parte

viernes, 11 de enero de 2019

CULPAR AL OTRO

 
 


Culpar es una tendencia que resulta importante examinar. Para empezar. hay una gran recompensa en culpar. Conseguimos ser inocentes, podemos disfrutar de autocompasión, además de ser mártires, victimas y destinatarios de simpatías.

Tal vez, la mayor recompensa de culpar es que conseguimos ser victimas inocentes: el otro es el malo. Vemos este juego contantemente en los medios de comunicación, en representaciones dramatizadas de culpabilidad, insultos, persecución de personajes, demandas etc. Además de la recompensa emocional, culpar puede traer incluso beneficios.

Culpar es la mayor excusa del mundo. Nos permite ser limitados y pequeños sin sentirnos culpables. Pero tiene un coste: la perdida de la libertad. Y, el papel de victima también conlleva percibirse como débil, vulnerable e indefenso, que son los principales componentes de la apatía y la depresión.

El primer paso para dejar de culpar es ver que estamos eligiendo culpar. Esta es la verdad, por más justificación que queramos hallar en las circunstancias. No es una cuestión de buenos o malos; simplemente, se trata de responsabilización de nuestra propia conciencia.

Es muy distinto ver que elegimos a creer que tenemos que culpar. En estas circunstancias, la mente suele pensar: "Bueno, si las otras personas o acontecimientos no tienen la culpa, entonces debo ser yo". Pero culpar a los demás o culparse a uno mismo es innecesario.

En realidad culpar solo es otro de los programas negativos que hemos permitido que nuestra mente adquiera, porque nunca nos hemos parado a cuestionarlo.

Para superar la necesidad de culpar, es necesario ver la satisfacción secreta y el placer que obtenemos de la autocompasión, el resentimiento, la ira y las excusas que nos damos a nosotros mismos, y empezar a entregar todas esas pequeñas recompensas.

El propósito es pasar de ser una victima de nuestros sentimientos a elegirlos. Si nos limitamos a reconocerlos y observarlos, comenzaremos a desarmarlos.

Entonces, estaremos ejerciendo una elección consciente, y haremos un movimiento importante para salir de la ciénaga de la impotencia. Realizándonos como personas libres para decidir.

domingo, 6 de enero de 2019

UNA CONDUCTA QUE DESGASTA




UNA CONDUCTA QUE DESGASTA


Sacrificios en el amor, los justos. En una relación de pareja los sacrificios continuados no hacen el amor más grande ni más romántico; de hecho, es todo lo contrario. Las renuncias continuadas desgastan y erosionan, nos van alejando de nosotros mismos hasta convertirnos en algo que no somos. Así, en una relación afectiva más que los sacrificios lo que importa son los compromisos.

Hay un viejo refrán que dice aquello de que “cuando te pisen, recuerda quejarte”. En caso de no hacerlo lo más probable es que alguien coja el gusto de pisarte: asume que no te duele. Esta misma idea la podríamos trasladar a los vínculos con nuestras parejas. Todos podemos sacrificarnos por la otra persona en un momento dado, de hecho es algo normal y perfectamente comprensible.

Sin embargo, nadie puede pasar por alto que todo sacrificio tiene un coste. Toda renuncia duele. Todo cambio de planes de última hora no es agradable. Todo cambio de sentido en nuestro rumbo vital por la otra persona no es fácil, y también escuece, a veces pesa y hasta duele, pero aún así lo hacemos de corazón porque estamos comprometidos en un mismo proyecto.

Ahora bien, si la otra persona no aprecia o no es consciente de ese coste emocional (y personal) que implica cada sacrificio, iremos por mal camino. La confianza se oxidará lentamente, hasta que tarde o temprano germinarán los reproches. Los fantasmas de cada renuncia hecha dolerán en exceso, porque cada pedazo nuestro arrojado por el camino ya no vuelve, se pierde para siempre.

La abnegación sin fronteras en las relaciones de pareja es poco saludable. El prescindir, el ceder, el claudicar hoy, mañana y pasado es un modo triste de aniquilar la propia autoestima y de dar forma a un sucedáneo de amor tan doloroso como indigesto.

“Si nada nos salva de la muerte que al menos el amor nos salve de la vida”.
-Pablo Neruda-

Sacrificios en el amor ¿Dónde está el límite?

A menudo suele decirse que los grandes amores, al igual que los grandes logros, requieren sacrificio. Nadie tiene por qué negarlo. De hecho, si saliésemos ahora mismo a la calle a preguntar, serían muchas las parejas que nos podrían hablar de más de una renuncia hecha por la otra persona, esas que trazaron un nuevo rumbo en sus vidas y que sin duda, merecieron la pena: ahora disfrutan de un presente pleno y feliz

Ahora bien, hay sacrificios en el amor que no son admisibles. Es más, son muchos los que siguen pensando a día de hoy, que cuánto más grande sea la renuncia hecha por la pareja, más auténtico y más romántica será esa relación. En estos casos, es como si el amor fuera una especie de antiguo dios atávico al que rendir culto, una entidad por quien autosacrificarse.

Es necesario entender que no todo vale, que no todo es permisible. En materia afectiva no hay que inmolarse, porque los sacrificios en el amor no deben ser sinónimo de abnegación, ni aún menos construir una pira donde lanzar los propios valores, la identidad y el corazón de la autoestima. Hay límites, hay barreras de contingencia que es necesario conocer.

La disposición al sacrificio es mejor que el sacrificio continuado

Los psicólogos Van Lange, Paul AM, Rusbult y Caryl E, Drigotas, realizaron un interesante estudio que apareció publicado en el Journal of personality and social psychology. En él demostraron que una de las variables que más predecía el compromiso, la estabilidad y la felicidad de la pareja era la disposición al sacrificio.

Es decir, una persona no necesita que su pareja esté continuamente haciendo renuncias o cesiones a su favor. Lo que valora es saber que llegado el momento, si se da algún tipo de circunstancia puntual y extraordinaria, el ser querido será capaz de llevar a cabo ese sacrificio por él o ella. 

Saber que en los momentos más necesitados vamos a contar con ese apoyo incondicional y absoluto de la otra parte, es lo que nos confiere verdaderamente, seguridad y satisfacción.

Sacrificios en el amor y deudas emocionales

Todos sabemos que el amor implica un compromiso. También tenemos claro que en ocasiones, estamos obligados a llevar a cabo algún que otro sacrificio para que esa relación tenga futuro, para que se consolide tal y como deseamos. Es por tanto un medio para un fin donde las ganancias superan a las pérdidas, y donde además, llevamos a cabo ese acto con seguridad y libertad porque entendemos que revierte en ambos para crecer como pareja.

Ahora bien, en ocasiones el sacrificio en el amor puede convertirse en una deuda. De hecho, hay quien lo usa como licencia para la extorsión emocional: “con todo lo que hecho por ti y tú ahora no eres capaz de renunciar a esto”, “con las cosas que he dejado atrás para estar contigo y ahora me vienes con ese acto tan egoísta…”

Este aspecto, el de las deudas, es un detalle que no podemos dejar de lado por lo tenebroso de su esencia. Porque hay quien entiende el amor en términos absolutos y por supuesto, extremos: yo te lo doy todo pero tú también me lo debes todo. Son esas situaciones en las que se nos obliga también a sacrificar la propia identidad para hacer del “yo” un “nosotros” y perder así todo atisbo de dignidad.

Para concluir, los sacrificios en el amor, mejor los justos, puntuales y justificados. Porque recordemos, en materia afectiva no hay por qué dejar a un lado lo que somos, no hay por qué borrar lo que valoramos o aquello que nos define.

Podremos hacer mucho por la persona amada, incluso llevaremos a cabo alguna que otra renuncia… Sin embargo, hay barreras rojas infranqueables, como ceder ante chantajes o convertirnos en algo que no somos…