El ego se forma cuando nos identificamos con algo que no somos. Te puedes identificar con el cuerpo, con la mente, con las personas de tu entorno, pero en el mismo momento en el que identificas, te pierdes. En eso consiste el ego, y así es como se forma y como cristaliza.
Lo que tienes que comprender es que tu no eres la mente, ni el lado oscuro ni el luminoso. Si te identificas con la parte luminosa, la parte que te parece mas bonita de las personas y de las situaciones, te resultara imposible des-identificarte de la parte oscura, ya que son dos caras de una misma moneda. O la tomas en su totalidad, o la dejas en su totalidad, pero no puedes dividirla.
Toda la angustia del ser humano se reduce a que quiere elegir lo que parece hermoso, luminoso; quiere quedarse con el entorno plateado y dejar a un lado la nube oscura, sin comprender que el entorno plateado no puede existir sin la nube oscura. La nube oscura es necesaria para que resalte el plateado.
En cuanto dejas de elegir, desaparecen todas las preocupaciones. Se acepta plenamente que así tiene que ser la mente, que así es su naturaleza y que no es problema tuyo, porque tú no eres la mente. Tú eres algo distinto Solo eres un testigo; nada más.
Pero tú mismo creaste el conflicto, al abandonar tu posición de simple testigo te identificaste.
Si consigues dejar de identificarte con la mente, aunque solo sea unos momentos, veras que deja de existir todo lo que antes la llenaba y la hacia actuar--un día sí y otro también, durante el sueño y en la vigilia--
Entonces desaparece la personalidad, y muchas otras cosas que considerabas muy importantes y que tanto te preocupaban. De hecho, intentabas resolverlas y cada día se volvían más complicadas, todo suponía un problema.
Tú eres un observador, si te identificas con las cosas bonitas y te quedas atrapado por ellas, también quedaras atrapado por las cosas feas, porque la mente no puede existir sin la dualidad. La conciencia no puede existir con dualidad, mientras que la mente no puede existir sin ella.
La conciencia no es dual, la mente sí, de modo que la única solución consiste en retroceder y mirar. Has de crear una distancia entre la mente y tú. Mirarlo todo como podrías ver una película, sin identificarte con lo que ocurre a tu alrededor.
Esa es la forma correcta para que no te "atrape" la vida, y para que aparezca el Ser. En ese momento te volverás universal, estando integrado a un Todo.
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